ayer en el periódico!!

Los casales falleros podrán ser de tres tipos para evitar los conflictos judiciales
Algunos locales no necesitarán licencia, otros, de apertura, y los abiertos al público, de actividad


Los casales falleros se podrán encuadrar en tres tipos de locales para compatibilizar el derecho al descanso y al ocio y la seguridad de los propios establecimientos, además de evitar nuevos cierres judiciales, como los de Gandia o Aldaia. Así lo anunció ayer el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, durante una reunión que celebró con responsables de diversas juntas locales falleras como consecuencia de la reglamentación que deberán cumplir cuando entré en vigor la normativa.
La futura norma será aplicable a todos los locales festeros de la Comunitat Valenciana desde los de Moros y Cristianos a los de las Hogueras, pasando por los de la Magdalena o Semana Santa, según apuntó el conseller.
Las tres tipologías de casales a las cuales hace referencia Castellano son: casal gestor; casal sólo para festeros y casal abierto al público. La nueva regulación podría entrar en vigor en el plazo de año o año y medio, dependiendo de lo que dure la tramitación. No obstante, la nueva norma incluirá una moratoria para la adaptación de los locales, según anunció ayer el conseller, por lo que el plazo podría alargarse, incluso, hasta los cuatro años.
En el caso del tipo de los locales de gestión, sólo se permitiría una función administrativa, sin actividades lúdicas. Esto permitiría dejarlos fuera de la regulación de Ley de Establecimientos Públicos, al tratarse de una actividad inocua.
El segundo tipo de local, el denominado festero, permitiría realizar actividades lúdicas o de ocio, pero sólo para la gente asociada al casal. En este caso se verían afectados por la Ley de Protección contra la Contaminación Acústica, lo que les obligaría a insonorizarse y tener un horario de cierre, por lo que se requeriría licencia de apertura.
El tercer tipo, el de los locales festeros abiertos al público, obligaría a cumplir la Ley de Establecimientos Públicos. Tendrían un aforo fijo, servicios, puertas de emergencia, deberían cumplir la ley contra el tabaco, estarían insonorizados y deberían respetar los horarios de cierre vigentes. Deberían, además, contar con licencia de apertura y actividad.
El conseller de Gobernación explicó que "tratamos de ofrecer una solución compatible con el ocio y el descanso pero no con el todo vale. Cada comisión fallera según sus condiciones, necesidades económicas, intensidad de las actividades y número de falleros deberá pedir una de las tres categorías". Castellano anunció que en breve se constituirá una comisión con vecinos, falleros, políticos, técnicos de la Generalitat y de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, para fijar los tipos de casales.
Por su parte, el conseller en relación a la polémica de los llamados "borrachos" recordó la existencia de una moratoria en esa norma europea hasta el 2010 y mencionó que "bien podría solicitarse la exención para determinados festejos valencianos como se hizo con el tro de bac".
Las fallas aplauden el planteamiento
Los representantes de las juntas locales falleras asistentes a la reunión de ayer en el edificio de Pont de Fusta recibieron con agrado el planteamiento de la Conselleria de Gobernación. El motivo no es otro que a partir de ese momento las comisiones tendrán una regulación a la que acogerse y no habrá miedo a la llegada de cualquier sentencia judicial en contra originada por la denuncia de los vecinos. A la reunión acudieron dirigentes de Sagunt, Benetusser, Alzira, Gandia, Torrent, Valencia y otros municipios. La mayoría considera que el tipo de local que más se ajusta a las necesidades es el segundo, el dirigido sólo a festeros, aunque reconocen que quienes no lo sean, ya no podrán entrar. El problema de la existencia "alegal" de los casales, como la definió ayer el conseller Castellano, explotó cuando un juzgado ordenó el cierre de un casal en Gandia y hace pocos meses ocurrió otro caso similar en Aldaia. En Valencia los problemas también existen y los vecinos se ven obligados a acudir al Sindical de Greuges como han hecho los del barrio de Benicalap con la comisión de Andrés Piles. Por su parte, el conseller, en relación a la propuesta socialista de recibir ayudas para las obras, de adaptación dijo que se podrían conceder, pero abriría la veda a otros colectivos . Castellano lamentó el "trato menor de los socialistas a las fallas" y se congratuló de que "por fin se preocupen".


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